Desde pequeño has querido vivir la vida, disfrutar de cada suspiro, de cada palabra y de cada beso. ¿Por qué nunca era yo esa a la que besabas? Quería, claro que quería serlo. Soñé una, dos, tres, cuatro, cincuenta mil veces contigo, conmigo, con la luna y las estrellas. Pero no, tú te escapas entre mis dedos, te alejas de mí y te marchas.
Como otras tantas veces.
No hay comentarios:
Publicar un comentario