Pintaremos en el suelo una gran sonrisa para intentar olvidar nuestras penas. Lástima que en ese instante el cielo esté llorando y nuestro dibujo se pierda en infinita tristeza.
Tú, tú, tú y siempre tú
Desde pequeño has querido vivir la vida, disfrutar de cada suspiro, de cada palabra y de cada beso. ¿Por qué nunca era yo esa a la que besabas? Quería, claro que quería serlo. Soñé una, dos, tres, cuatro, cincuenta mil veces contigo, conmigo, con la luna y las estrellas. Pero no, tú te escapas entre mis dedos, te alejas de mí y te marchas.
Como otras tantas veces.
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